historia de un bebé

Mi amistad con la mona, se remonta al año 1991.

El año 1990 yo había llegado recién donde vivo ahora y no conversaba con mucha gente, como estudiaba casi todo el día fuera de la casa, cruzaba dos palabras con los vecinos y eso sería todo, pero al año siguiente, el verano del '91, mis papás inauguraron su negocio y al verla más seguido entablamos amistad.

La cosa es que empezamos a hacernos buenas amigas, con altos y bajos y con periodos en que por falta de tiempo, a pesar de vivir tan cerca, no nos juntabamos mucho. Pero falleció una amiga en común... eso nos reunió otra vez, de ahí que hemos sido bien inseparables.

Nuestra amistad ha estado matizada por momentos super fuertes. La mona no lo ha pasado tan bien, pero cada cosa, buena o mala, nos ha unido aún más.

La mamá de mi amiga falleció como a los dos años después y como siempre ha sido apegada a mí y a mi mamá, pasó a ser otra de mis hermanas postizas.

Más de un año despúes de la muerte de su mamá, ella se casó... ahí estuve en el Registro Civil, tempranito con mi mejor pinta, fui su testigo religioso y la acompañé en el auto camino a iglesia, vibré y me emocioné. La misma alegría que sentí al saber que estaba embarazada después de mucho intentarlo... ese fue su angelito.

Pasamos las penas juntas y nos encomendamos a Dios, para que la bendijera con el bebé que tanto anhelaba, finalmente los primeros días de diciembre del año pasado, me llama para contarme que estaba embarazada denuevo, en ese mismo instante me hizo la promesa de "darme" a su bebé como ahijado.

(El es mi segundo ahijado, la primera es Josefa, hija de una de mis mejores amigas, pero está en Santiago, por lo tanto no la veo tan seguido como quisiera, aunque viajo cuando puedo para verla y llenarme de su amor).

Cuando me contó que estaba embarazada, era la única que lo sabía (fuera de su esposo) y me costó guardar el secreto los primeros meses, hasta que con bombos y platillos, pudimos decirlo, porque el bebé se había aferrado a la vida.

Le canté a través del ombligo, le hacía cariños en la panza y él me respondía con pataditas, le compré su primera tenida, la que debía ser amarilla según la tradición para salir de la clínica, todos los días nos vimos o la llamé por teléfono para saber como estaba, fuimos juntas a controles... le grabé la música de Mozart para que la mona pusiera los audífonos en su panza y el bebé se estimulara, le hice cd's de rondas infantiles para cantarle...

Amé a ese niño desde antes que naciera.

El año pasado, fue de dulce y agraz para todos... a mediados de junio, el papá de ella también dejaba de existir... Tenía 8 meses y algo de embarazo, por lo tanto no me despegué de ella un minuto, y me las sufrí todas, haciéndome la valiente...

Hace un año, un día como hoy, estaba plácidamente durmiendo en mi camita, cuando tipo 5:30 de la mañana suena mi celular y me dice, "negraaaa no te levantes todavía, pero estoy con contracciones, cuando llegue a la clínica te aviso si es que debes volar pa allá o si es falsa alarma".. por supuesto no dormí más esperando noticias, cada hora llamando..

Me dieron el "vamos" y partí a la clínica. No alcancé a estar mucho rato en la sala de espera de maternidad, cuando a las 2 de la tarde nacía Javier Iván... mi ahijado..

Fui de las primeras en verlo salir con el orgulloso papá de la sala de maternidad.. ahí estaba él, tan chiquitito!!! rosadito y todo cochino, recién salido del vientre de su madre y con sus ojos bien abiertos mirando a quienes corrimos detrás de la enfermera para verlo pasar.

Esperamos mucho rato, entre bromas y nervios a que lo llevaran a la sala.... fui la primera persona, después de sus padres, que lo tomó en sus brazos, le prendí una medalla bendita de San Benito en el pecho y lloré de emoción. Me llené de orgullo cuando nos dimos cuenta que cada vez que yo hablaba, movía su cabecita buscándome... Estuve todo el día en la clínica, hasta que me dijeron que ya se terminaba el horario de visitas, como a las 10 de la noche yo llegaba a mi casa feliz contando cada detalle.

Desde ese día lo he visto crecer, se me hincha el pecho con cada gracia nueva, con los balbuceos, las risas cristalinas. Está dando sus primeros pasos, es un niño muy amado, jugueton, alegre, bueno para comer y super cariñoso, estira sus bracitos para que lo paseen, se deleita tirandome el pelo y da besos babositos.

Cuando no llueve, viene en las mañanas a comprar al negocio de sus "tatas" y me pasa a saludar, si estoy durmiendo, se acuesta conmigo un ratito..

Hoy es su primer cumpleaños, acá estoy recordando como fue el día en que este precioso niño llegó a este mundo.. la emoción con la que lo recibimos y la alegría que sentí...

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