viernes, 30 de mayo de 2008

Un día como hoy...

... Decidí empezar a escribir.

Ha sido toda una experiencia expresarme a través de un blog...
Y pensar que no quería...
Que me daba miedo perder mi intimidad..
Y que no tenía qué decir...
O no sabía cómo decirlo...
No sabía escribir "en bonito", como muchos de los que leí...
Y simplemente dejé fluir y fui "yo"...
Gracias a ello, es que he vivido momentos tan lindos...
Conocí gente maravillosa, empezando por mis amigas , las mujeres chilenas de 30.
Y tantos otros que de una u otra forma han llegado a comentar y compartir, a través de muchos y variados posts.
Y se han quedado...
Muchos, ya son mis amig@s ... algunos son amigos "reales", con abrazos, confidencias, llamadas, cafecitos y tertulias.
Otros aún virtuales... pero siento y tengo fe, en que algún día tendré la oportunidad de conocerlos/as.
Personas hermosas, por las que siento amistad y aprecio genuino..

Sólo quería decirles gracias!!!
Por tanto cariño...
.


Carola


jueves, 29 de mayo de 2008

Confieso que he robado II

Como la neurona bloguera anda lenta aún y el ánimo algo down, decidí contar una anécdota ya que hace tiempo no lo hacía.
Me acordé que cuando conté lo de mi "descuido con la cartera", dije que no había sido la única vez, pero verán que así y todo soy totalmente inocente.
Entré al colegio super chica, tenía apenas 5 años recién cumplidos cuando fui a primero básico. vivía en Viña en esos años.
Era algo así como la mascota de las monjas (sí, fui niñita de monjas, pero me duró poco jajaja).
Me gustaba tocar la campana para salir a recreo, así que me llamaban unos minutos antes, salía de la sala y tocaba la campana... (shuta se me cayó el carnet, en esos años se tocaba campana y no el timbre como hoy).
Si me daba hambre, me iba a la cocina dónde preparaban el almuerzo para las monjitas y me comía el postre... (es cierto eso de que las monjas tienen buena mano para la cocina).
Si me daba sueño, salía de la sala y me perdía, pero ni tanto, todas sabían que me había ido a meter a la pieza de las monjas a pegarme una pestañeada. Claro, la primera vez que lo hice, movilicé a todo el colegio porque andaba perdida y luego me encontraron plácidamante dormida en la cama de sor Berta...
Yo he contado que siempre he sido seca pa' la pestaña.
En fin... ya me desvié del relato.
La cosa es que había una monja que era un as para el tejido... hacía una ropita de muñecas tan linda y su puesto estaba en la portería del colegio. Entonces todos los días, mientras esperaba a mi mamá, me quedaba fascinada mirando la ropa de bebé y de muñecas.
Un día, aparecí con harta plata!!! y le compré toda la ropa que me gustaba para mi "Pinina", una muñeca que aún conservo y con la que aprendí incluso a caminar..
A la monja le pareció raro que anduviera con los bolsillos llenos de plata, así que no halló nada mejor que esperar a mi mamá cuando llegara a buscarme.
Y mi santa madre que no entendía mi apuro por irme a la casa: "Mamá vámonos para la casa que tengo hambreee. Mamáaaaa vámonos poh"
Pero tampoco sabía porque la hermana quería hablar con ella a solas..
Y empezó el interrogatorio...
Monjita: señora, sabe que la Carola me compró muchas cosas? lo que me extraña es que una niña tan re chica ande con tanto dinero..
Yo sentada con las dos mirandome de hito en hito, dijo Papelucho..
Mi mamá: Carola... yo no te he dado plata, de dónde la sacaste?
Yo: ehh de por ahí, es que me la encontré...
La monja: hija, dónde específicamente?
Yo media acorralada: me la encontré botada en una sala, no había nadie así que es mía.
Y las tuve que llevar al lugar de los hechos... era la salita del kinder.
Explicación anexa: En el kinder del colegio, se acostumbraba a poner un tarro grande como alcancía, dónde todas las niñas ponían "el pesito de los lunes", para futuras actividades y materiales.
Yo no sabía... y como me encontré un tarrito...
Mi mamá, muerta de vergüenza me retó. Que eso no era mío, que me había robado el tarro de la plata de otras niñitas que juntaban con esfuerzo y bla bla..
Yo: Es que me lo encontré!!! yo quería la ropa para la Pinina!!!! ya estaba por llorar, arrepentida por mis pecados, cuando..
La Monjita: Pero mujer... no la retes, esta niña es muy re chica, ni sabe lo que es robar, pero le enseñaremos que las cosas que están acá, no es que no tengan dueño y bla bla...
Me arrepentí, devolví las especies mal habidas, con el dolor de mi alma y enojá porque me las quitaron..
Así que la monja, por la confesión y devolver las especies, (además de que me quería mucho), me regaló un vestido para mi muñeca y mi mamá me compró el resto...
Pero aprendí que no había que robar.. claro que después se me olvidó denuevo jajajaja
Ven que era de puro inocente?
.


lunes, 26 de mayo de 2008

Magia..

Cuesta volver a escribir después de un largo receso...
He pensado mucho, descansado, me he estado haciendo cargo de tanta cosa que me pasó y al fin estoy de vuelta.
En primer lugar quería agradecer todos los saludos y la buena energía que me han transmitido todos los que visitan mi blog, mi espacio de desahogo tan mío y dónde comparto vida...
De a poco iré devolviendo las visitas, agradezco el inmenso cariño que me dan. Muchos aún no me conocen "en persona", pero ya me conocen de alguna forma por mis letras...
Además, en pocos días mi "humirde blog" cumple un año... Me ha dado tantas, satisfacciones que decidí que el mejor momento para volver...
Y quise regresar con algo lindo, porque a pesar de cualquier penita, Dios me envía señales poderosas, que me hacen reflexionar y darme cuenta de la cantidad de amor que hay en todas partes y que agradezco profundamente...
Mis amigas me dijeron que escribiera esto que les comparto ahora y que ocurrió el viernes recién pasado...
Mi amiga Titicandia del blog http://tallerantu.blogspot.com/ , hace unos días me escribió porque una amiga de ella que vive en Puerto Montt, (a la que también conoció blogueando), le pidió ayuda para los albergados de Chaitén. Ella y su mamá visitan a los albergados desde que ocurrió la erupción del volcán y tuvieron que ser evacuados..
Le contó que la mayoría de la gente perdió todo, pero por sobre todo, necesitaba ayuda con ropitas y cosas de bebé y niños. Hay al menos 3 mujeres embarazadas que no tienen NADA para recibir a sus hijos...
La cosa es que el viernes después de mi terapia, partí al centro a comprar un ajuar para cooperar con algo.... pero no me alcanzaba la plata para dos ajuares completos.
La señora me dijo... "si lo compras, te regalo los calcetines", (el ajuar consiste en ballerinas, camisa, pilucho, gorrito y mitones)...
La cosa es que me empezó a preguntar por la edad del bebé, que cuando nacía, la talla, etc... y yo que no tengo hijos, no tenía idea... Así que al final, le conté para qué los quería... que no era para mí, ni para regalo de un bebé de alguna amiga, sino que para la gente de Chaitén, que lo perdió todo... La señora entonces, me regaló dos piluchos más...
Le dije : "señora, es verdad lo que le dije, no son para mi..."
"Te creo", me dijo y me entregó la ropita... yo estaba súper emocionada y sacaba cuentas para que me alcanzara para unos cuatro pares de calcetines más...
Justo llamé a la Titi para preguntarle qué era más urgente, para poder hacer rendir mis lucas con algo que fuera necesario y ella me respondió que todo era bienvenido, que no tenían nada...
La señora sólo me miraba sacar cuentas y hablar por celular..
Al rato me dijo... "Todo sirve?"
"Si señora, todo sirve", le dije yo.... "ellas no tienen nada y le agradezco el el alma su gesto, no se imagina lo feliz que me hace esto".
Ya estaba por llorar de contenta y le daba las gracias por su amabilidad, cuando abre una bolsa y me dice: "Tome.... algunas cositas saqué de la vitrina, están sólo con polvo o un poquito desteñidas por el sol, pero a ellos les servirá"...
Ante mis ojos, habían enteritos, piluchos, bodys, ballerinas, calcetines... y me los regaló todos!!
No aguanté y lloré sin vergüenza como una cabra chica, al ver que Dios toca el corazón de la gente... y que una mujer sin conocerme y sin saber si yo le mentía o no, decidió darme una bolsa llena de cositas para enviar...
La abracé, di mil gracias, le di un besote y salí a caminar por la calle del mercado de Concepción... con las lágrimas que corrían y los ojos brillantes, llenos de amor y esperanza... Estaba feliz!!
Hoy en la tarde, antes de salir para juntarme con la Titi, llegó mi tía Anita, una amiga de mi mamá, a quien yo le conté esta historia el fin de semana...
Estaba lloviendo que se las pelaba y llegó justito:
"Carolita! que bueno que te encontré, pensé que no llegaba"... Me traía ropita de bebé, más una bolsa de pañales.
Feliz fui al encuentro con la Titi, con mi cargamento...
Ya saben que siempre he dicho que creo en la magia y en los milagros... y que Dios está en cada cosa que hacemos con amor...


.