Desde siempre fuiste mi héroe, mi refugio, mi ejemplo, mi orgullo...la seguridad.
Tan alto, tan grande que llegabas al dintel de la puerta, más grande cuando me fijaba en tu sombra los días de sol... la que te hacía parecer un gigante.
Bueno...eres un gigante, con sonrisa dulce, mirada tierna y con un corazón blandito.
Me hiciste responsable, respetuosa, ávida de conocimientos, inculcaste valores que han sido mi norte...
Me enseñaste el valor de la amistad, aprendí a ser amiga de mis amigos, me permitiste llenar la casa de alegría y color con mis amigos, compañeros, conocidos, etc.
Siempre este hogar está abierto para nuevos visitantes, siempre hay una taza de café para conversar, una mano extendida para quien la necesite.
Tengo hermanas y hermanos postizos por montones, porque todos han llegado a tu casa y han sido tratados como un hijo más.
Aprendí a ser respetuosa de mis semejantes, humana y sensible frente al que sufre. Aprendí a valorar lo que tengo porque me lo diste con esfuerzo.
Con tu forma de ser, aprendí a ayudar a quien tiene menos fortuna en la vida... al que esté falto de afecto, porque siempre hay un abrazo de oso de tus brazos grandes, cuando se trata de cariño, o una ayuda de tus manos trabajadoras.
Me diste el ejemplo al poner la otra mejilla, a no dejar que la mala intención destruya tu fe en la gente. Me permitiste verte llorar..
Me dijiste que debía valorarme y no dejarme pasar a llevar, pero siempre con respeto. A discutir con argumentos... los mismos que te sacan de quicio cuando son contigo.
Tengo tus colores morenos, la cara seria, pero iluminada por una sonrisa amable (con hoyuelos incluídos), mis manos son igualitas a las tuyas, dice mi mamá que son sacadas como con un molde, hasta la forma de las uñas!
Heredé tu alegría, el amor por la vida, lo parlanchina... Saqué de ti lo buena para bailar, el disfrutar a concho de una fiesta, el gusto por las cosas dulces....También lo sensible y llorona...y ese amor y buen fiato con los niños.
Me costaba entender como los niños que generalmente se asustan, con un gigante con bigotes y cara de enojón, se fueran corriendo a tus brazos y se agarren con fuerza a tus largas piernas..
De pequeña, tantas ausencias me hicieron valorar cada segundo que estabamos juntos... fue tan grande el cambio cuando dejaste de navegar y te quedaste en casa...aprendimos ambos a convivir, pero fue complicado, como todas las relaciones...
Contigo fui por primera vez al cine a ver "la Cenicienta", disfrutabas el circo como si tuvieras mi edad, con palomitas de maíz, algodón de dulce o el infaltable helado.
No podías salir de la casa sin que "tu cola" se fuera detrás de tí.
Conocí todos los barcos y submarinos, fui la mascota de tus buques. La regalona de todos los "tíos", la niñita que se portaba bien y que los sorprendía con su conversación y buenos modales.
Claro, desde chica buscando que te sintieras orgulloso de mi.
Te recité mis primeros poemas, hice mis shows con canciones y bailes, te regalé las funciones de ballet, obras teatrales en el colegio y cuando no estabas eran dedicadas con cariño para tí con la foto correspondiente. Te preparé mis primeros huevos revueltos que me quedaron como tortilla, pero lo saboreaste igual, ya de grande aprendí a hacer tus comidas favoritas.
Somos tan parecidos de carácter que no pasa un día sin que choquemos, pero el enojo dura poquito. Creo que alguna vez te dije que era tu forma de relacionarte conmigo ya de adulta. Como que le encontramos el gustito a pelearnos y andar después buscándonos con excusas...
Cuando casi te perdimos, me acercaste a Dios, de una forma humilde y agradecida. Te ví chiquitito, y despertaste en mí otra forma de verte, con más ternura.
Ahora por delegación y la complicidad de mi mamá...Soy quien te compra la ropa, se preocupa de que tengas siempre calcetines, te elige las corbatas y regala perfumes. Me preocupo de cubrirte la pelada en invierno con un jockey de viejito, soy la que te regaña si estás desabrigado.... pero aunque lo haga, te llevo sopitas cuando te enfermas.
Soy tu hija, tu crítica, tu admiradora, tu pesadilla, sin dejar de ser tu princesa.
Te escribo, aunque no sabes ni encender un computador, será mi secreto... porque este es mi lugar escondido.
Un abrazo, que ya más tarde te daré, envolverá todo esto que acá pude dejar salir...
Estoy tan orgullosa de ti, eres mi sol....te amo papá...
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11 comentarios:
que hermoso, me has tocado el bobo (corazón en peruano).
estoy seguro que tu papá debe estar muy orgulloso de ti. saludos
hey y si sabes escribir bonito.
Gracias basquiat,me halagas..
Estaba bloqueada por problemillas personales y simplemente salió.
Yo que no sabía qué escribir y parece que sí quedó bonito, porque una de mis "hermanas postizas" vino hoy a saludar a mi papá, y leyendo se largo a llorar, me sentí rara..no era la idea, pero bueno..
Besitos!! me alegra verte por acá
Carola
Ah!! yo comparto a mis viejos con todas mis amigas/os, hermanas/os postizos,así que complejo de Electra no tengo jaja. De hecho me encanta! nos gusta que la casa se llene de amor.
Hola pasaba por aquí y me encanto lo que escribes, muy lindo!!
un abrazote
Hoy me vine desde el blog de la Maria Paz...me llamo la atención el "Negrita"....soy un papá de 53 años, tres hijas preciosas y amorosas, que desafortunadamente no viven conmigo...pero las veo a menudo....bloger hace casi 2 años...y tengo una NEGRITA....mi hija del medio, de 18, una morena preciosa!...lindo lo que escribiste a tu padre, dale mis saludos y felicitaciones por tan generosa hija!...y SÍ!,. escribes bonito!
saludos
TODAVÍA ESTOY LLORANDO... me vine hasta este post por la etiqueta que decía "papá"
TODAVÍA ESTOY LLORANDO...
Y SEGURAMENTE SEGUIRÉ UN LARGO RATO
Ahora me voy a leer la que dice "mamá"
quisiera estar ahora mismo junto a tu padre y de ser posible encenderle el computador. Asi el tambien podria ser testigo del amor y la admiracion que le profesas. Hace unos meses mi papa estuvo a punto de morir y el dolor que senti en ese momento no se compara con nada que haya sentido anterior
es muy bonita
se me llenaron los ojos de lagrimas, estoy pasando un momento de salud dificil con mi papa y bueno... me tocaste el corazon
Me hiciste llorar, realmente hermoso, felicito a tu padre y a vos por ser tan agradecida
me encantó :-)
Se me Llenaron de lagrimas mis ojos y mis mejillas. no podía casi ni leer y me vi reflejado en ti, ese amor y ese agradecimiento que tienes con tu padre, el mio esta enfermito y de 80 años, y en una camita convaleciente, espero que sea Dios el que tome una decisión con él, aunque me duele verle sufrir, gracias por lo que escribiste también me llenó.
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